El plan estratégico es un proceso de reflexión y comunicación. Además, contribuye a asegurar que los planes y decisiones de las diferentes unidades impulsen a la empresa hacia unos objetivos comunes y consensuados.
El plan estratégico debe contener los siguientes elementos:
§ Una declaración de propósito: es lo que llamamos “la misión” de la empresa
§ Los objetivos a largo plazo
§ Las estrategias para conseguir dichos objetivos
Una de las tareas de la dirección es formular la misión o el propósito básico de la empresa. Esto requiere una reflexión profunda sobre los aspectos fundamentales del negocio. La misión sirve de guía en el proceso de planificación estratégica. En las empresas pequeñas, la misión está condicionada por la forma de pensar y los valores del director general. Pero en las grandes empresas, se realiza mediante un intercambio de ideas entre los miembros de la dirección. Teniendo en cuenta que la misión debe de servir como guía para las decisiones sobre políticas a desarrollar y para proporcionar orientación, la misión debe ser específica, y no una declaración grandiosa.
Una vez que se ha determinado la misión de la empresa, deben establecerse los objetivos a largo plazo. El establecimiento de los objetivos es un proceso interactivo, estrechamente aparejado con la determinación de las estrategias. Una cosa influye en la otra. Unos objetivos eficientes a largo plazo deben ser:
§ Adecuados: deben respaldar la misión y el propósito básico de la empresa
§ Factibles: deben ser viables. No tiene ninguna finalidad útil establecer un objetivo utópico
§ Compatibles: cada objetivo debe ser compatible con los demás
§ Medibles: si no son medibles, difícilmente conoceremos su consecución.
§ Motivadores: los objetivos no deben ser tan fácilmente alcanzables que su consecución sea segura. Pero tampoco deben ser demasiado difíciles de alcanzar.
Normalmente, muchos de los objetivos se expresan económicamente y se relacionan con las ventas, la rentabilidad y la cuota de mercado, pero cabe destacar la fuerza con la que se presentan hoy en día los objetivos de responsabilidad social y moral.
Una vez determinada la misión básica y los objetivos de planificación a largo plazo, el paso siguiente consiste en buscar las estrategias más adecuadas para alcanzar los objetivos. Estrategia significa el modo o los medios con los que la empresa despliega sus recursos, tanto humanos como financieros, para lograr el propósito empresarial. Los problemas más importantes con los que se encuentra una empresa a la hora de definir una estrategia son, por una parte, problemas que hacen referencia al entorno. Hay que pensar que es en el entorno donde la empresa encontrará sus posibilidades, pero también donde encontrará peligros o amenazas. Una buena estrategia debe de buscar una adaptación de la empresa al entorno. Es precisamente el conocimiento del entorno y de sus tendencias el que va a permitir descubrir cuáles son las oportunidades y cuáles son las amenazas que existen. A continuación es preciso hacer un análisis de la propia empresa y de sus recursos. Analizando sus recursos, se detectará cuáles son los puntos fuertes y débiles, puntos fuertes y débiles que no son absolutos sino relativos. Es preciso valorar cada recurso en relación a la situación del mismo en las empresas de la competencia. Una empresa que en todo sea peor que sus competidores no podrá sobrevivir; tan sólo sobrevivirá aquella que tenga una ventaja competitiva.
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